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La Celulitis

La celulitis es un dolor de cabeza para las mujeres: un 85% la sufre desde la adolescencia y aun con las “recetas milagrosas” para quitarla, la batalla es dura y pasa por un cambio en tu alimentación y tus ejercicios.

Este trastorno afecta al tejido adiposo (encargado de almacenar la grasa), en muslos y glúteos, y es de origen circulatorio. Es un crecimiento de las células que hace que se agranden y presionen los vasos que las rodean, provocando retención de líquido y la presencia visible de hoyos y pelotitas en la piel. Por eso también se le llama Piel de Naranja.

¿Por qué tienes celulitis?

No hay una única respuesta. Principalmente, las hormonas femeninas (estrógeno y progesterona) que aparecen en la adolescencia, ordenan a las células adiposas que guarden grasa; así el cuerpo de la mujer se prepara para el embarazo o la lactancia. Por eso es más común en mujeres que hombres, aunque estos tampoco se salvan.

¿Se puede eliminar?

Sí, pero asume que requiere tiempo y tu compromiso para cambiar los hábitos que la aumentan.

Lo primero es que empieces a comer de forma adecuada: hartas verduras y frutas, fibra, alimentos integrales, legumbres, frutos secos, pescado, lácteos y aceite de oliva o canola para cocinar. La Alimentación Mediterránea es una excelente alternativa que puedes seguir.

Luego evitar el exceso de carne roja, grasas o productos elaborados y también el azúcar desmedida presente en dulces, masas, pasteles y bebidas. Finalmente, considera la sal tu enemiga, ya que aumenta la retención de líquido. Puedes minimizarla o reemplazarla por hierbas y condimentos que son mucho más saludables, como se usa en la gastronomía.

También será importante incorporar ejercicios que mejoren la circulación de tus piernas, como caminar, montar en bicicleta o correr. También levantar pesas para trabajar los músculos te puede ayudar. Cuando termines de ejercitarte es ideal hacerte unos masajes para estimular la eliminación de las toxinas.

Finalmente, algunos suplementos de origen vegetal te pueden ayudar, especialmente aquellos que tienen una acción diurética (es decir, aquellos que te ayudan a eliminar líquido), antioxidante y antiinflamatoria. En la alimentación mediterránea los encuentras en estado natural, la mejor forma de luchar contra este problema.

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