Consume todos los días abundantes y variadas verduras.
Prefiere las frutas en lugar de los dulces, golosinas u otros postres más elaborados.
Elige cereales integrales porque conservan los nutrientes y la fibra.
Toma diariamente leche semidescremada o descremada, lácteos como el yogur, el quesillo y quesos.
Consume legumbres al menos dos veces a la semana, puedes consumirlas en ensaladas, guisos o sopas.
Come pescados y mariscos, al menos dos veces por semana, en Chile hay una gran variedad donde escoger.
No comas más de tres veces al mes carnes rojas grasas, ni cecinas, ni carnes procesadas (vienesas, hamburguesa, longaniza, paté, mortadela, jamones grasos, , etc) que tienen mucha sal y grasas saturadas.
Incorpora diariamente a tu alimentación un puñado de frutos secos como nueces, almendras o avellanas.
Para cocinar y aliñar las ensaladas prefiere aceite de oliva o Canola, especias y hierbas.
Come palta, te aportan grasas saludables.
Por último disfruta de tus comidas con tu familia y amigos, la mesa es un buen lugar para compartir con ellos.